Decenas de personas han asistido al X Encuentro de Jóvenes y Participación Política de la Fundación contra el Terrorismo y la Violencia Alberto Jiménez-Becerril, que en esta edición ha tenido lugar en las localidades de Vitoria-Gasteiz y Ermua, entre el 23 y el 25 de octubre de 2023. De esta forma, la Fundación retoma una de sus iniciativas más icónicas en dos puntos clave de la memoria, dignidad y justicia: el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo y la localidad natal de Miguel Ángel Blanco.
Visita al Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo
A lo largo de las tres jornadas, los jóvenes han podido conocer de primera mano el relato de las víctimas y de diferentes personalidades que trabajaron incansablemente ante la sinrazón del terrorismo. Para ello, el Encuentro de Jóvenes comenzó con el acto inaugural en la sala de conferencias del Centro Memorial, ubicado en Vitoria-Gasteiz. En el mismo intervinieron Joaquín Castillo, vicepresidente de la Fundación Alberto Jiménez-Becerril; Florencio Domínguez, director del Centro Memorial; Montserrat Torija, directora general de apoyo a las Víctimas del Terrorismo; y la directora gerente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Isabel Mora.
Una vez inaugurado el X Encuentro de Jóvenes, los asistentes visitaron el museo del Centro Memorial, donde conocieron de primera mano los testimonios, la historia del terrorismo en España y los movimientos sociales, policiales y políticos que se opusieron a la intolerancia de ETA y otras bandas, en cada una de sus acciones violentas.
Las mesas redondas, momento del debate y el trabajo en equipo
La segunda jornada estuvo marcada por la celebración de las diferentes mesas redondas en la sala de conferencias del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, donde los jóvenes pudieron conocer de primera mano las vivencias de varias víctimas y expertos, además de entablar un espacio para la tertulia. El primer coloquio corrió a cargo de las periodistas Eva Domaika y Ángeles Escrivá, con la moderación de Gorka Angulo. Estos tres profesionales de la comunicación hablaron sobre el quehacer periodístico en el contexto del terrorismo, tanto en los años de ETA como en la actualidad.
La siguiente mesa, bajo el título “Terrorismo y Estado de Derecho”, tuvo lugar con la moderación de Florencio Domínguez y las destacadas intervenciones del magistrado Juan Luis Ibarra, y de la adjunta primera al Defensor del Pueblo de España, Teresa Jiménez-Becerril, quien habló desde su experiencia personal como víctima y desde la labor al respecto en la oficina del Defensor del Pueblo. Hay que destacar la emotiva ovación que las víctimas del terrorismo recibieron mientras la hermana de Alberto Jiménez-Becerril se dirigía al público, quien finalizó insistiendo en «seguir trabajando» para reclamar justicia y honrar la memoria de quienes fueron asesinados.
La tercera parte de la jornada se centró en los movimientos asociativos de apoyo y reconocimiento a las víctimas del terrorismo. Con el gerente de la Fundación Alberto Jiménez-Becerril, Enrique Algar, como moderador, estuvieron Eduardo Mateo, responsable de proyectos y comunicación de la Fundación Fernando Buesa; Sebastián Nogales, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León; y José María Antón, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Extremadura. Los tres ponentes tuvieron la oportunidad de presentar la labor de sus entidades y qué iniciativas llevan a cabo para aportar mayor visibilidad al colectivo que representan. Asimismo, tanto Sebastián, como José María, contaron a los asistentes sus testimonios como víctimas del terrorismo en el ejercicio de sus trabajos como Policías Nacionales.
La última mesa redonda destacó por el emotivo testimonio de diferentes víctimas del terrorismo, empezando por Tomás Caballero. El presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo presentó la exposición temporal sobre su padre, Tomás Caballero, en el propio Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, compartiendo así el lado más humano del político navarro. Una vez de vuelta a la sala de conferencias, Maite Pagaza tampoco quiso faltar a la cita, a pesar de sus compromisos profesionales. Así, envió un vídeo donde explicó su lucha activa contra el terrorismo y el asesinato de su hermano.
Las intervenciones de las víctimas continuaron con Cristina Cuesta, hija de Enrique Cuesta y directora de la Fundación Miguel Ángel Blanco; y Marta Buesa, hija de Fernando Buesa. En sendos emotivos relatos, explicaron el dolor por el que pasan los familiares de los asesinados y la fortaleza para afrontar tan dura situación. Igualmente, José Manuel Sánchez, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de la Comunidad Valenciana, expuso la sobrecogedora historia de cómo fue el único superviviente de un ataque islamista en Irak, en plena misión del CNI.
Para finalizar esta parte del Encuentro de Jóvenes, los asistentes se reunieron en varias mesas de trabajo donde tuvieron que colaborar en equipo y llegar a un punto de consenso sobre la participación en la lucha contra el terrorismo y el respeto a quienes murieron por esta causa.
Recepción en el Ayuntamiento de Ermua
El último día del X Encuentro de Jóvenes se desarrolló en la histórica ciudad de Ermua, símbolo de la acción social contra ETA tras el asesinato del recordado Miguel Ángel Blanco.
El alcalde, Juan Carlos Abascal; el ex alcalde, Carlos Totorika; y algunos miembros de la corporación municipal recibieron a los jóvenes en la Casa Consistorial. Allí, junto al busto de Miguel Ángel Blanco, se entregó una placa de la Fundación Alberto Jiménez-Becerril como agradecimiento por la acogida. Tanto Abascal como Totorika hicieron las veces de guías por su localidad, mostrando un ambicioso e innovador plan de urbanismo y lugares destacados, como el monumento a las víctimas del terrorismo, con el recuerdo especial a Sotero Mazo y el ya mencionado Miguel Ángel Blanco.
La última parada se produjo en el Centro Izarra, uno de los edificios más modernos y tecnológicos de la localidad, donde se proyectó un vídeo con el relato de varias víctimas y se inició un coloquio con Carlos Totorika y Joaquín Castillo. Desde sus diferentes perspectivas, y con la activa participación de los jóvenes, se llegó al punto común de cómo el País Vasco y el resto de España supieron decir «basta» al terror implantado por ETA años atrás, además de concluir con la necesidad de «trabajar la memoria».
Para finalizar, se hizo entrega de los correspondientes diplomas acreditativos a los jóvenes, quienes vivieron una enriquecedora experiencia personal y han podido conocer de primera mano esta parte de la historia que no debe volver a repetirse jamás.