Presentado en la Casa de la Provincia el libro de Ofa Bezunartea "Memorias de la violencia: profesores, periodistas y jueces que ETA mandó al exilio".
La catedrática y periodista Ofa Bezunartea (Lumbier, Navarra, 1940) tuvo que dejar su trabajo en la Universidad del País Vasco, y Bilbao, su ciudad, en 2003. No fue la única sino una más de los miles de profesores, catedráticos, periodistas, empresarios y profesionales vascos de todos los campos que durante las tres últimas décadas se vieron obligados a iniciar una nueva vida en otro lugar, lejos de las amenazas y presiones del mundo terrorista, infiltrado en toda la sociedad vasca y, muy especialmente, en la universidad. En «Memorias de la violencia» (Almuzara), libro presentado en la Casa de la Provincia de Sevilla, Bezunartea rescata la voz del exilio intelectual vasco con testimonios de personas que como ella tuvieron que dejar su tierra, gente como Mikel Azurmendi, Mikel Iriondo, Carlos Fernández de Casadevante, Gotzone Mora, Edurne Uriarte, Manu Montero, Francisco Llera, José María Calleja, Aurora Intxausti, Carmen Gurrutxaga, Charo y José Antonio Zarzalejos o Pedro Briongos.
La autora, que vive en Sevilla desde hace 11 años, considera que en el País Vasco ha habido una gravísima crisis moral y recuerda, como dice Charo Zarzalejos, «que es inaceptable matar a nadie por sus ideas políticas, pero que aún es más inaceptable que tu vecino no diga nada cuando te matan por pensar de otra manera». Y añade: «Si una sociedad permite esa violencia, es que está enferma. Se trata, pues, de un mal consentido, de modo que el silencio de la sociedad vasca es lo que ha hecho que ETA haya durado tanto».
Sobre la situación actual, tras el abandono de las armas de ETA, afirma: «La diferencia grande es que ya no te van a matar. Pero todo este proceso que ha representado una enfermedad moral no se puede curar de la noche a la mañana. El que se comportó inadecuadamente no puede olvidarlo y el mundo radical aún no ha renunciado al terrorismo del todo, al que ve como algo que ha sido necesario para avanzar en conciencia nacionalista».
La periodista afirma que «yo creo que la mitad de la población vasca es muerto civil, porque a los que no son nacionalistas, que pueden ser la mitad, no se les considera legítimamente vascos».
Ofa Bezunartea ha realizado un relato valiente y en primera persona sobre aquellos intelectuales y periodistas vascos que tuvieron que marcharse de su tierra ante el sufrimiento de la barbarie etarra.
En la presentación de esta obra ha estado presente el periodista y exdirector de ABC José Antonio Zarzalejos, que fue uno de los que tuvieron que exiliarse de su propia tierra.
Zarzalejos tomó la palabra diciendo que «tengo una deuda de gratitud con Ofa Bezunartea», a quien conoció hace 41 años cuando él era un joven de 19 años y estaba empezando en el mundo del periodismo:«Para mí era una gran figura y luego ha sido un referente para todos los periodistas vascos, porque es una gran persona, como periodista ha sido una gran profesional y porque es una gran catedrática y ha enseñado a cientos de periodistas vasco y del resto de España». En cuanto a su visión de «Memorias de la violencia», el exdirector de ABC reconoce que «este libro es notarial y hacía mucha falta, ya que recoge el testimonio de profesionales que por el peligro y la amenaza terrorista tuvieron que irse del País Vasco». Además, señaló que «ser vasco es una forma de ser español».
Acto seguido, José Antonio Zarzalejos llegó a emocionarse cuando recordó el momento tan dramático de su vida en el que tuvo que abandonar el País Vasco: «mi mujer me rescató y decidimos abandonar nuestras familias. Unos mataron pero otros no nos dejaron vivir y ahora no queremos encontrarnos con ellos, por eso no queremos volver». Además, admitió que «hay dos libros definitivos sobre el final de ETA, éste y “Vidas rotas”, porque ponen cara, discurso y realidad a las víctimas de ETA. El libro de Ofa aborda un ángulo oscuro que no se ha querido contar y que cuando se sepa helará la sangre». Asimismo, manifestó que «ella ha sido muy generosa con todos nosotros y además es un gran ensayo porque está escrito sin venganza, ni resentimiento. Es un libro limpio, honrado, sereno y firme».
Después de esta presentación tan emotiva, Ofa Bezunartea agradeció a la Fundación Jiménez-Becerril, «pues sin su iniciativa no habría salido este libro adelante». También resaltó el «compromiso de Almuzara con este tipo de publicaciones», y sobre todo tuvo también un gran reconocimiento para Zarzalejos. En otro sentido, la periodista y catedrática reconoció que con este libro «queríamos rescatar la memoria y los testimonios de las víctimas del terrorismo, pues no se les ha prestado la suficiente atención». A continuación, recordó las entrevistas que tuvo con intelectuales del País Vasco como Edurne Uriarte o Manu Montero y con periodistas como José María Calleja, Carmen Gurruchaga, Charo y José Antonio Zarzalejos.
«Son relatos en primera persona del frente intelectual que ETA quiso silenciar. Todos ellos son ciudadanos vascos y son auténticos demócratas. Son testimonios que cuentan en primera persona las penurias y la lucha contra el terrorismo». Asimismo, Bezunartea recuerda a las personas «que sufrieron el shock de verse en pintadas con dianas en las calles y que se vieron señalados por llevar escoltas. Todos tuvieron que tomar las duras decisiones de quedarse o marcharse, todo ello sintiéndose desamparados, sin apoyo ni simpatía de la sociedad», concluye.