Desde la Fundación contra el Terrorismo y la Violencia Alberto Jiménez-Becerril que tiene como una de sus prioridades la defensa de las víctimas del terrorismo y de los valores de memoria, dignidad y justicia, que estas representan, queremos denunciar el “fin de la política de dispersión” de facto, que este Gobierno está llevando a cabo. Rechazamos los continuos acercamientos de terroristas de ETA a cárceles próximas a sus lugares de origen, como el de los asesinos de Alberto Jiménez-Becerril y su mujer Ascensión García Ortiz, que fueron acercados, coincidiendo con el apoyo de EH Bildu a los presupuestos generales del Estado, lo cual incide en la indignidad del acercamiento de los asesinos del matrimonio sevillano. Nos preocupa que los tres etarras del Comando Andalucía, que acabaron con la vida de mi hermano y su mujer, estén reagrupados en una cárcel cercana a sus domicilios y nos inquieta el temer que puedan ser nuevamente beneficiados con progresiones de grado que les permitan una libertad, que no merecen. Y todo ello sin arrepentimiento real, ni colaboración con la justicia para esclarecer los 370 crímenes de ETA que siguen sin ser resueltos.
En memoria de Alberto y de Ascen, a los que esta Fundación debe su existencia, por ellos y por todas las víctimas del terrorismo, a las que esta Fundación honra, y por toda la sociedad española que durante más de cincuenta años ha sufrido el terror de la organización terrorista ETA, no debemos, ni podemos callar.
Teresa Jiménez-Becerril Barrio
Presidenta.
