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La Fundación Alberto Jiménez-Becerril entrega su X Premio contra el Terrorismo a la Policía Nacional

El Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla ha acogido este 21 de junio el acto de entrega del X Premio contra el Terrorismo Alberto Jiménez-Becerril, que la Fundación Alberto Jiménez-Becerril entrega anualmente a personas o entidades destacadas en la lucha antiterrorista. En esta edición, la Policía Nacional ha sido la galardonada, coincidiendo con el segundo centenario de su fundación.

Además del motivo del 200 aniversario, el premio también ha sido un homenaje a todos los agentes que han participado en la lucha antiterrorista en España, especialmente aquellos que han resultado asesinados o heridos en atentados terroristas. La Policía Nacional sigue dedicando grandes esfuerzos en este ámbito, que actualmente recae en investigaciones e intervenciones para frenar el yihadismo.

El acto de entrega ha comenzado con la bienvenida por parte del gerente de la Fundación Alberto Jiménez-Becerril, Enrique Algar, a quien ha seguido la intervención del presidente, Alberto Jiménez-Becerril. En palabras de Jiménez-Becerril, la Policía Nacional es «una de las bases que vertebra nuestra democracia», por lo que el premio entregado supone un «reconocimiento a toda la Policía, pero especialmente a quienes han sido víctimas de ETA principalmente, además del terrorismo islámico y de otras organizaciones similares».

«Con este premio queremos sacar del anonimato a quienes se jugaron la vida por defender nuestra seguridad y nuestra libertad, y devolverles un poco de lo que debemos a nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en la lucha contra ETA», ha declarado Jiménez-Becerril, quien también ha tenido palabras hacia «tantas familias que vivieron en soledad, con el miedo a que sus seres queridos fueran asesinados y sin poder decir que eran policías». Para finalizar su intervención, el presidente de la Fundación Alberto Jiménez-Becerril ha reiterado su gratitud hacia la entidad premiada: «Nunca estarán solos en esta causa. Les doy las gracias por defender los valores de memoria, dignidad y justicia que caracterizan a nuestra Fundación. Sin duda, la labor de la Policía es absolutamente imprescindible».

Además de estas declaraciones y la posterior entrega de la estatuilla, la Policía Nacional también ha contado con un reconocimiento en forma de vídeo, editado por la propia Fundación Alberto Jiménez-Becerril para recopilar diferentes hitos en la lucha antiterrorista por parte de este cuerpo de seguridad del Estado, así como las nefastas consecuencias que esta labor ha conllevado para los numerosos agentes asesinados y heridos. Una vez finalizada la proyección, ha subido al atril el secretario de la Fundación, Fernando Manuel Gómez, quien ha leído el acta que recoge el acuerdo del Patronato para entregar el premio.

Ha sido Andrés Martín Garrido, jefe superior de Policía de Andalucía Occidental, en nombre del director general de la Policía, el encargado de recibir el X Premio Alberto Jiménez-Becerril, de manos del alcalde de Sevilla y presidente de Honor de la Fundación, José Luis Sanz, y del presidente, Alberto Jiménez-Becerril. Posteriormente, Garrido ha dedicado unas palabras de agradecimiento por este reconocimiento a la trayectoria de la Policía Nacional: «Es un honor y un orgullo para mí».

«La concesión de este galardón coincide con una efeméride de gran significado para la Policía Nacional. Estamos orgullosos de nuestro pasado, formado por policías de todas las épocas, pero también tenemos un pie en el presente. La actividad de los delincuentes no deja de avanzar, destacando el terrorismo a nivel internacional. Y, además, también planteamos los retos futuros, para los que la Policía seguirá trabajando al frente, como institución sólida y útil al servicio de la ciudadanía», ha expresado Garrido, para recordar posteriormente a «los hombres y mujeres que dieron lo mejor sí mismos, incluso dando sus vidas en defensa contra el terrorismo».

El jefe superior de Policía de Andalucía Occidental ha recordado a todos esos agentes asesinados o heridos y a sus familias, pues «representan la lucha del Estado de derecho frente al terrorismo. Detrás de esos agentes, hay nombres y apellidos, vidas de personas». «Los atentados buscaban sembrar el terror y socavar los pilares de nuestro país, dejando fechas en la memoria colectiva que son cicatrices, en las que el tiempo se detenía y el duelo se apoderaba de nosotros», ha continuado Andrés Martín Garrido, quien ha destacado las fechas de los asesinatos de Alberto Jiménez-Becerril y Ascensión García, el 30 de enero de 1998 en Sevilla, y de María José García, primera mujer de la Policía Nacional que fue asesinada en un atentado, el 16 de junio de 1981 en Zarauz. De hecho, el 16 de junio ha sido declarado como Día de las Víctimas del Terrorismo de la Policía Nacional, llegando a celebrarse diversos actos como el que tuvo lugar en el Parque de los Príncipes de Sevilla y al cual acudió una representación de la Fundación Alberto Jiménez-Becerril, gesto que Garrido ha agradecido.

Por último, el discurso del jefe superior de Policía de Andalucía Occidental ha insistido en el recuerdo a los 188 policías asesinados, con el deseo de «mantener viva la memoria y el legado para que sean recordados por las generaciones futuras», a lo que debe unirse la mención especial a familiares y compañeros de trabajo que perdieron a sus seres queridos. Esta labor de homenaje póstumo sigue vigente, según palabras del propio Garrido, gracias a «colectivos de víctimas como la Fundación Alberto Jiménez-Becerril, que desde hace tantos años perpetúa el recuerdo de Alberto, Ascen y el resto de víctimas, mediante la concienciación en valores de solidaridad, paz y justicia ciudadana. Que actos como el del día de hoy sirvan para condenar firmemente el terrorismo en cualquiera de sus formas, ya que resulta incompatible con la democracia y la vida».

En último lugar, José Luis Sanz ha cerrado el acto con su intervención, expresando el reconocimiento público de la sociedad hacia el servicio público prestado por la Policía Nacional: «Ha afrontado muchos problemas, pero uno de los más destacados ha sido la lucha contra el terrorismo y la banda ETA, en una intensa lucha que ha resultado imprescindible para la victoria de la sociedad democrática contra el terrorismo. Muchos agentes y familias han sufrido las consecuencias».

El alcalde de Sevilla ha hecho hincapié en el «deber para defender a la sociedad» de los agentes policiales, «aunque a veces les haya costado la vida y sus familias tuviesen que ocultar el orgullo de tener a familiares que han luchado contra el terrorismo». «Hoy podemos decirlo alto y claro, y en parte se debe a las vidas que quienes la entregaron por defender al Estado», a lo que ha añadido el cariño y agradecimiento de la sociedad en general y de los sevillanos en particular, con actos como el Premio de la Fundación Jiménez-Becerril o la reciente entrega de la medalla de la ciudad de Sevilla.

El discurso de Sanz ha cerrado con unas palabras hacia la Fundación Alberto Jiménez-Becerril, por «mantener viva la llama de Alberto y Ascensión durante 26 años, con iniciativas como el premio y el fomento de los valores de respeto a los derechos humanos. Aquella esquina de la calle Don Remondo no fue el final, fue el principio que calló al terrorismo y echó a Sevilla a la calle».

El Premio Alberto Jiménez-Becerril alcanza su décima edición

Con la concesión del X Premio contra el Terrorismo Alberto Jiménez-Becerril, la Policía Nacional se une a otros premiados por la fundación creada por el Excmo. Ayuntamiento de Sevilla en 1998, como son la Constitución Española, Victim Support Europe, Dª Soledad Becerril, Dª Teresa Barrio o S.M. el rey Felipe VI, quien lo recibió en la anterior edición. Igualmente, cabe destacar que anteriormente también fueron galardonados, a título póstumo y de manera personal, los policías nacionales Isidro Gabino y Jorge García, junto a los guardias civiles José María Galera y Abraham Bravo.